No hay que darle vueltas porque no hay por dónde: la selección mexicana está en crisis. ¿Cómo empezó todo? ¿Cómo se devaluó un fútbol que siempre se jacta de ser el gigante de su zona en FIFA? ¿Por qué sus jugadores no rinden lo mismo en el combinado tricolor y sí en sus equipos? ¿Por qué hay falta de jugadores para portar la verde? ¿Por qué el equipo mexicano juega tan mal? En este post intentaré dar algunas respuestas.
Todavía recuerdo aquella derrota en el mundial del 2006 contra Argentina. Hugo Sánchez se frotaba las manos mientras veía la caída del fútbol mexicano, esperando ser “el mesías” que vendría para hacer campeón del mundo a México. Lavolpe, harto por los ataques que sufrió durante su gestión por parte del pentapichichi, la prensa y las dos televisoras más importantes del país, se retiraba. Tan avergonzado estaba que no quiso volver a México.
Los dueños, que siempre han estado al pendiente de las ganancias que puede dejarles su negocio, decidían aumentar el número de extranjeros a cinco y permitir un naturalizado (los cuáles aún hoy salen de las piedras). Decidieron que estaban trabajando bien con fuerzas básicas porque México había ganado el mundial Sub-17 y vieron cómo algunos de esos “niños héroes” ya jugaban en primera antes de cumplir los 20. Además teníamos más jugadores que nunca en el extranjero. Lo único que creyeron necesitar era un técnico que supiera aprovechar un futuro que parecía prometedor.
Hugo llegó, se hizo cargo del equipo, no sé si fueron los jugadores o su liderazgo en el banquillo, pero el equipo era inconsistente, siempre careciendo de tiempo para trabajar, con los equipos nacionales poniendo peros para soltar a sus jugadores, los que juegan en el extranjero llegando de última hora (cosa que sufren todas las selecciones), usando jugadores extranjeros (lo primero que dijo que no haría). De manera milagrosa se llegó a la final de la Copa Oro y en el mejor partido perdió contra Estados Unidos. Sin duda el mejor momento de Sánchez Márquez en la selección fue la Copa América, donde se le ganó a Brasil y se perdió en Semifinales contra un Argentina más poderoso que el 2006.
México nunca encontré ese fútbol prometido por Hugo Sánchez, por lo que se dudaba de su capacidad para dirigir al Tri. Todas las dudas se despejaron cuando dirigió a la selección Sub-20. Tenía la oportunidad de dirigir a aquellos muchachos campeones del mundo (sin Dos Santos ni Vela), más algunos canteranos que ya habían debutado. El resultado fue contra todo pronóstico. No se calificó ni a la fase final de ese pre-mundial. Hugo terminó culpando a los jugadores y todos (medios, directivos, afición) terminaron culpándolo a él.
Vergara, el más influyente en la Comisión de Selecciones Nacionales, fue el que corrió a Hugo Sánchez y trajo a Sven Göran Eriksson, alguna vez técnico de la selección de Inglaterra y que no sabía nada del fútbol mexicano. Parecía ideal porque estaba ajeno de cualquier influencia y vicio del medio nacional. No tenia idea del idioma español pero se había comprometido a calificar a México a Sudáfrica 2010.
En casa México es casi invencible, pero hemos vuelto a ser un equipo ratonero. En lugar de encontrar mejoras en el equipo del entrenador sueco, la selección mexicana se veía sin orden, sin idea futbolística y muy vulnerable en cada sector del campo. Se comenzó a usar más jugadores naturalizados (Leandro y Vuoso) que no marcaban diferencia alguna. De hecho fue la diferencia de goles lo que permitió a México pasar al hexagonal final. Del lado de la prensa la presión era mucha, porque se seguí sin mostrar un juego convincente, es más, parecía que el nivel decrecía, sobre todo fuera del país. Le bastaron sólo partidos y una goleada en San Pedro Sula para que la presión fuese insostenible. Sven renunció y parecía inminente la llegada de Javier Aguirre, una opción que se manejaba aún en épocas de Hugo.
Javier, que venía de buen trabajo con Atlético de Madrid, parecía ser otra vez un “mesías” (ganador, con actitud y con capacidad probada) que regresaría a Cuauhtémoc a la selección y que por fin podría darle una regularidad a un equipo que no la tiene. La realdad fue muy distinta. Derrota en El Salvador y un juego pobre e insípido. Aguirre no es un mago, no iba a cambiar las cosas en unos cuantos días y Blanco hace lo acostumbrado, pero es uno entre diez más que no juegan.
Han pasado tres técnicos por este equipo y sigue jugando mal… o peor ¿Cuál, entonces, es el verdadero problema? No creo que haya duda, son los mejores jugadores que tenemos, no hay más ¿Por qué no juegan como en sus equipos? Puede ser la presión que significa portan la casaca verde, que no quieran ser convocados, que no tengan tiempo de adoptar un estilo futbolístico, que les falten huevos. Los directivos también siguen siendo los mismos, tal vez hayan corrido a Cantú y puesto a Néstor de la Torre, pero la cabeza sigue siendo la misma (Vergara, Compeán, De María) y dos puppetmasters con control remoto desde el sur de la Ciudad de México.
Hoy jugó México en casa contra Trinidad y Tobago, era lógico que el equipo ganara pero aún no se ven signos de mejora en un equipo que parece que no reacciona ante nada. A cien días de la competencia mundialista, cada vez se complican las oportunidades para tener la calificación, ya no hay margen de error, viene la Copa de Oro y dos visitas más (el talón de Aquiles del Tri) a Costa Rica y cerrar en las antillas contra los trinitarios.
Creo que habrá ahora, sin esperar a ir o no al mundial, cuestionarse algunas cosas que damos por sentado: ¿Realmente la infraestructura del fútbol mexicano es un peso específico que hace gigante al fútbol mexicano? ¿Se está trabajando lo suficiente en las fuerzas básicas (Cuauhtémoc no estará en el próximo proceso mundialista)? ¿Sobrestimamos el fútbol mexicano, a tal grado de compararnos con potencias fútbolísticas que SÍ producen jugadores para todo el mundo? ¿Afecta la enorme cantidad de jugadores extranjeros y naturalizados el crecimiento del futbolista mexicano? ¿Los directivos realmente hacen su trabajo o sólo cobran el cheque de los patrocinadores? ¿Realmente existe amor de los jugadores por la camiseta de la selección mexicana? ¿Los medios, en vez de informar, sólo inflan las expectativas para conseguir puntos de raiting?
Del lado del aficionado sólo se pierde la ilusión de ver representado al país en el mundial de FIFA, pero en términos de negocios es un golpe duro para el entretenimiento más importante y pasional en México. El barco no va bien, será cuestión de tiempo para ver los resultados. La selección mexicana de fútbol se merece no ir al mundial. De suceder esto, creo que todas esas preguntas que planteé al final tendrán que ser resueltas de manera obligatoria.
miércoles, 10 de junio de 2009
FUTBOLMANIACO #4: Crisis de la selección mexicana
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Futbolmaniaco,
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ResponderEliminarEstoy de acuerdo excepto en dos puntos. Yo creo que la liguilla le da la lana suficiente a los clubes (es un negocio y da espectáculo). Lo que no se vale es el sistema de grupos, que permite que el equipo más mediocre acceda a las últimas instancias, lo que frena la competitividad entre los equipos (con una pequeña racha positiva pueden calificar).
Creo que deben empezar a buscar talento desde secundaria, pero creo que este es un problema mayor, del cuál la SEP nunca se ha querido hacer cargo: la educación física en todos los niveles.
En fin, todavía falta tiempo. Si México califica, no se lo merece.