Pumas de la UNAM es el campeón del fútbol mexicano. Con justicia, con mucha determinación y sobre todo, con garra.
A pesar de que parecía que no supo aprovechar en su totalidad el gol que consiguió en Ciudad Universitaria, el equipo azul y oro demostró ser un digno rival que compensó lo que le faltaba de fútbol con mucha hambre de ganar, para conseguir la victoria ante el líder general de la competencia, un Pachuca que está en camino a convertirse en uno de los equipos grandes de fútbol mexicano.
De los equipos más importantes de México, sólo Pumas logró colarse a la liguilla y demostró con un esfuerzo extraordinario por qué ahora es digno campeón. Después de un resultado que pudo noquear a cualquier equipo ante los ahora extintos Tecos de la UAG, lograron sobreponerse. Frenaron las aspiraciones de unos motivadísimos camoteros del Puebla, yendo siempre de menos a más, mostrando una voluntad inquebrantable que siempre equilibro la balanza en la fase final del campeonato local.
Todavía recuerdo las primeras fechas del campeonato mexicano, en las que se le cuestionaba a Ricardo Ferretti y a la institución universitaria por no contratar refuerzos y jugársela en el llamado “grupo de la muerte” que tenía a Chivas, América y Cruz Azul. Inclusive existían los rumores del cese del brasileño por los primeros resultados, que no fueron los mejores. Hoy demuestra el “Tuca” por qué siempre es un invitado de honor en las finales de la liga mexicana. Ya le tocaba un campeonato, primero la derrota dolorosa contra el ahora descendido Necaxa en el Invierno 98; contra Pachuca cuando dirigía a los Tigres en 2001; y en su regreso mesiánico a los Pumas post-Hugo, perdiendo ante el Atlante en Cancún.
Sin duda hay muchos artífices en el triunfo universitario. Hay que empezar desde abajo, es decir, desde Bernal, único tetra campeón puma (cuando Ferretti era jugador), que fue determinante en la liguilla y pesó en la portería. Verón demostró que suma con oportunidad al ataque y que es imbatible en defensa. Israel castro que, ante la lesión de Leandro y la falta de un contención natural, se ha convertido en un excelente mediocampista (aunque yo lo prefiero más como lateral derecho). Francisco Palencia (que odio por obvias razones) que demuestra esa garra que siempre lo ha caracterizado en su carrera y que encaja perfectamente en la filosofía azul y oro. Y Dante López, paraguayo que fue determinante en la ida y vuelta de la final. En fin, todos los demás corriendo, peleando el balón e impidiendo el juego del rival.
Para mí, la grandeza en el fútbol se demuestra con la conjunción entre los títulos, la afición y el estilo de juego. Hoy Pumas de la UNAM lo demostró ante el líder de la competencia, voltearon todos los pronósticos y alimentaron la pasión de su gente. Hoy consiguen su sexto título del fútbol mexicano, se hacen presentes en la historia con humildad y buen fútbol. Creo que, quien sea puma (de veras, no los que salen de las piedras) no dormirá esta noche, el partido estuvo tan bueno que la victoria lograda merece que los festejos sean excesivos y eufóricos.
Si me preguntan, yo le iba al Pachuca (cuya directiva me caga,sin embargo pensé que tenían más chances), pero no soy muy bueno en eso de los pronósticos (el miércoles le iba al ManU), que bueno que no aposté jejejeje. Pumas es digno campeón.
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